Un testigo del incendio de Cromañón, a raíz del cual murieron 194 personas el 30 de diciembre del 2004, aseguró hoy al declarar en el juicio que la policía que llegó al lugar se negaba, inicialmente, a retirar a los heridos de la tragedia.
Según declaró ante el Tribunal Oral Criminal 24 Carlos Avila, quien era encargado de tareas de control de la banda Callejeros, la negativa policial se prolongó "hasta que un gordo de bigotes los insultó de arriba a abajo y recién ahí empezaron a cargar gente".
El testigo dijo que ignoraba si ese hombre, que vestía de civil y era obeso, "era fiscal o comisario porque todos (los uniformados) le decían ’sí señor, sí señor’ y ahí mismo empezaron a cargar gente".
Avila efectuó una distinción entre las personas que realizan tareas de "control", de quienes dijo que son "los que laburan en el día"; de aquellas que tienen a su cargo la "seguridad" y que son quienes "están en forma permanente" en los shows.
Ante el TOC 24, el testigo narró cómo la noche en la que murieron 194 jóvenes auxilió a las víctimas y participó de tareas de rescate "de un bebé".
Avila dijo que el local tenía salidas de emergencia (las definió como puertas "anti pánico") y que jamás tuvo un adiestramiento especial sobre cómo actuar en situaciones de emergencia.
Respecto del uso de pirotecnia, el testigo explicó que "es con todas las bandas igual, desde la más grande a la más chica; en todos los recitales hay bengalas y candelas, hasta el día de hoy sigue pasando"; pese a que los "controles" procuran impedir el ingreso de esos elementos.
Avila recordó que tenía a su cargo el acceso al sector VIP (para invitados especiales) y dijo que "jamás" hizo una excepción, ya que "siempre revisaba a todos por igual".
El hombre no recordó una declaración suya en primera instancia en la que habría afirmado que "no se revisaba a los músicos ni a los de sonido".
Cable de Télam.
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